viernes, 3 de octubre de 2014

''Mamá, hoy no quiero ver las Noticias''...

  Como estudiante, y como futuro profesional, debo estar atento a lo que sucede en el mundo y a saber leer entre líneas las consecuencias de lo que se dice o comenta. Los profesores lo aconsejan y repiten año a año, debemos ver las noticias y leer el periódico para ser personas de nuestro mundo, no entidades que viven fuera de él totalmente ajenas a la realidad. Yo por suerte, llevo haciéndolo desde mucho tiempo antes de que nos lo indicasen en la universidad pero, días como los de hoy, me hacen querer abandonar esa actividad.

  Esos días particularmente sensibles que tienes, esos días en los que todo a tu alrededor parece andar de puntillas para no lastimarte (o quizá sea una proyección de tu propio cuerpo, que todo te parece algo más ajeno) cuando al ver las noticias te deprimes. No es de esas depresiones graves que requieren medicación, nada de eso, sino de esas que te dejan con cara de shock ante: ''cómo puede estar pasando esto en un país desarrollado'' o ''cómo pueden tener tan poca vergüenza de ser incapaces de ponerse en nuestro lugar, con nuestras dificultades (y eso que yo, gracias a Dios, no tengo grandes dificultades ni carencias) pueden decidir sobre nuestro destino y condiciones o decir que todo va bien cuando ves tanta miseria, necesidad y falta de afecto y comprensión''. Se echa en falta que en las noticias salgan noticias buenas, cosas que inspiren y que contribuyan a darnos esperanza. Deberían intercalar en las noticias una ''parte triste/noticias preocupantes'' con otra que fuese evocadora/emotiva: seguiríamos siendo conscientes del dolor y los problemas del mundo y al mismo tiempo veríamos que hay pequeñas cosas y detalles que pueden contribuir a mejorarlo.

  Pero no. 

  Casi todo es triste, casi todo son problemas y desastres. Casi todo es corrupción y familias muriéndose de hambre. Guerras, muertes... es por eso que hay días que no me apetece ver las noticias.

Earnur.

Frase del Día:

''Si en verdad las personas fuesen capaces de conectar las unas con las otras, sentir empatía por los que dependen de nosotros o están a nuestro cargo/conviven en nuestro entorno, si eso fuese posible, el mundo no sería mundo: sería un BUEN MUNDO'' - EarnurElda


domingo, 28 de septiembre de 2014

Pasando Apuntes...

  Sí, es un título un tanto extraño. Hasta yo he sonreído al verlo escrito y mira que soy el único que sabe lo que voy a escribir en esta entrada en este momento, y aún así sonrío, pero es que no puedo evitarlo.

  Como decía en la entrada de hace unos días, ha empezado un nuevo curso. Generalmente, nos sentimos, aunque no estemos dispuestos a reconocerlo, agradecidos y aliviados por volver a la rutina: el verano es tan inconmensurable en cuanto a tiempo libre, tiene tantas y tantas actividades con las que podríamos pasar las horas, tantas decisiones por tomar (salir o no salir con tus amigos porque quieres ver una serie, pintar un warhammer, pasar una tarde con tu familia, devorar libros... o simplemente ni te apetece porque quieres leer un periódico, escribir o jugar a algún videojuego) .... tantas cosas que al final hacemos menos de las que teníamos previstas debido a la gran cantidad de opciones, o bien hacemos muchas cosas ''imprevistas'' que acaban eclipsando el tiempo de las ''previstas''. 

  Sea como fuere, todos en nuestro fuero interno acabamos agradeciendo el retorno de la rutina. De algo tan simple y normal como la existencia de unas horas pre-programadas que nos ayuden a organizar mejor nuestras responsabilidades y nuestro ocio. Sin embargo, aprendemos pronto a recuperar el sentimiento de que ''necesitamos el verano/las vacaciones''... una gran ironía, siempre inconformes con lo que tenemos.

  Yo por mi parte, agradezco el volver a tener que pasar apuntes. Seguramente al leer esto me llaméis loco, o lo penséis, o cualquier adjetivo similar pero es totalmente cierto. Pasar los apuntes que he cogido en clase me ayuda a fijar mejor lo que he dado, me ayuda muchísimo a la hora de repasar para los exámenes y, aunque parezca mentira, he aprendido a apreciar lo relajante que me resulta: vacía mi mente de cualquier pensamiento añadido, solo centrado en cada palabra que transcribo y en el significado que posee en conjunto con las demás; aprendo pasivamente cada cosa que paso de un cuaderno a otro. Ya puedo estar agitado, triste, feliz, exaltado, nervioso o cualquier estado emocional que no importa en absoluto: si paso apuntes, antes o después acabaré tan relajado como en una sesión de spa. 

  No por ello desdeño una buena conversación con mis amigos, o una tarde tumbado en un parque observando las nubes, o un paseo relajante con mi pareja por la avenida marítima, para nada. Son otros métodos de relajación, cada uno con sus cosas maravillosas (especialmente la primera y la tercera), pero pasar apuntes se ha convertido en mi método del día a día, el rutinario y la verdad es que prefiero seguir viéndolo así antes que como una obligación incómoda (que es como lo ve la mayoría).

  Y heme aquí, finalizando una tarde de domingo productiva, apunto de empezar de nuevo la semana. Una cosa que sí tengo clara es que no me gusta nada, nada, pero nada madrugar... me dura diez o veinte minutos ponerme en marcha del todo, y son esos diez o veinte minutos los que odio de cada mañana tras madrugar pero no todo podía ser bueno de la ''vuelta al curso''.

  Un saludo.

Earnur.

Frase Final:

''El corazón y el cerebro llevaban todo el día transmitiendo un mensaje que era incapaz de interpretar, hasta el momento en que la miré a los ojos y supe lo que era: amor. Cuando apareció detrás su novio y la abrazó al tiempo que la besaba (por eso sé que era su novio) aprendí otra emoción humana: dolor'' ... Interludio reflexivo de un personaje en una de mis historias.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Empezando un Nuevo Curso

  Año nuevo, entrada nueva. Y sí, ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que me pasé por este y el otro blog que gestiono (el literario: El Jardín de los Susurros , para aquellos que no lo conozcáis), pero es lo que tiene una dedicación casi exclusiva a los estudios y tener la parte de tu mente creativa en ''modo vacaciones'' por el agotamiento y, como decía, la dedicación completa a estudiar y sacar todo bien con buena nota.

  Pero he vuelto.

  Sí, ya sé que empieza el nuevo curso (de hecho, para mí ha empezado esta misma tarde) pero he hecho el solemne compromiso conmigo mismo de tratar de escribir un poquito todos los meses, aunque sea una sola vez. He echado muchísimo de menos escribir, poemas y relatos cortos sobre todo, porque aunque sea algo que me fascina, continuar mis ''novelas'' es algo arduo y que requiere mucho tiempo (encima multiplicándolo por 2 porque leo y releo todo lo que escribo para ver cómo mejorarlo), pero por lo menos, cosas cortas sí que quiero hacerlas. Serán un buen desahogo entre tanto estudio.

  En cuanto a lo que ha pasado desde la última entrada, pues me alegro de comunicar que todo han resultado ser buenas noticias. Aprobé todo con buena nota, incluso las que más me costaban. Y el año escolar de 2013-2014 ha traído incluso mejores nuevas. Aún a pesar de haber cogido 12 asignaturas (en vez de las 10 curriculares y normales que todo el mundo coge), las he aprobado todas en sus fechas, con muy buenas notas, he podido disfrutar del verano y encima un orgullo y una satisfacción impresionantes. Alegar también que he hecho mi primer grupo de amigos en las aulas, gente trabajadora, algo loca también y a los que he cogido bastante aprecio.

  La verdad es que tengo poco que alegar, aunque parezca mentira. Unas vacaciones envidiables junto a mi familia, plagado de vistas hermosas y relax+piscina; mi relación con L. sigue adelante y viento en popa a toda vela (dos años y 3 meses van ya) y... no sé, que me siento afortunado y completo conmigo mismo. Estoy feliz, simple y llanamente :D

  Antes de que empiece el curso fuerte y en serio, a ver si cumplo todos los compromisos sociales que tengo pendientes desde hace eones, pero confío en tener tiempo.

Un saludo, y encantado de haber vuelto.

Earnur.

Frase Final:

''En un minuto hay muchos días'' William Shakespeare.